En estudio realizados en Colombia se logra evidenciar, que el rechazo así los niños es evidente, El cambio se debe realizar en las instituciones educativas, en nuestras casas, evitando comentarios ofensivos, enseñado a nuestros hijos que todos somos seres Humanos sin importar de donde somos.las instituciones educativas y sus docentes deben generar políticas claras donde logremos generar una adaptación adecuada a estos niños víctimas de la indiferencia. Gillibrand y Videla Contreras (2014) destacan que, en cuanto a la recepción por parte de los compañeros del colegio, gran parte de las niñas y niños manifiesta haber sido víctima de molestias como, por ejemplo, burlas y malas palabras. Por su parte, Pavez (2012a) coincide en que en los estudiantes extranjeros recaen las imágenes estereotipadas que suelen hacerse a los colectivos de migrantes, en este caso la imagen de un otro que llega a usurpar y quitar derechos a los nacionales.
Un niño venezolano y su madre relatan cómo vivieron la discriminación y cómo han enfrentado retos para que no los rechacen.
José Prado tiene 13 años y vive en la localidad de Santa Fe, en el centro de Bogotá. La migración lo hizo madurar precozmente porque a los 11 fue víctima de xenofobia, al poco tiempo de haber llegado a Colombia, cuando se vino en el 2018 junto a su hermano menor, su madre y su padre del estado Carabobo (Venezuela). En la capital colombiana su vida le cambió un 100%, ha vivido experiencias muy fuertes emocionalmente para su edad. Su madre, Marina Prado relata que apenas llegaron al barrio pasaron por una experiencia muy triste con unos vecinos. Ella los sacó a la cancha del sector para que compartieran con los otros niños un partido de fútbol. "Cuando preguntaron si podían jugar, los otros niños les escucharon el dialecto venezolano y empezaron a decirles que no jugaban con venecos, que porque eran ladrones” , lamentó. Ese día, José y su hermanito lloraron y se encerraron. No querían salir más a jugar. “Desde ese momento mis hijos cambiaron el dial
Totalmente de acuerdo con la inflación que nos suministran sabemos que la mejor educación viene de casa, y que debemos educar a todos los niños y las niños en principios y valores siendo más empaticos sin discriminar a nadie , todos los niños y las niñas tienes los mismo derechos, y no podemos ser indiferentes así ellos, debemos ayudarlos brindarles apoyo y confianza para que todas los niñas y las niñas se sientas más seguros.
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